¿Qué es abarloarse en el mundo de la náutica?.
La maniobra de abarloarse dentro del mundo de la náutica significa colocarse junta a otra embarcación para así poder amarrarse a ella. Esta puede estar en diferentes escenarios, desde una boya, un muele, etc. Por norma general, en los puertos se suele realizar esta maniobra porque se consigue ahorrar espacios y en el mar se pueden trasladar tanto personas como mercancías, ya sea para dar remolque o auxilio, según el caso. Una vez la embarcación está amarrada a un muelle, la maniobra es idéntica a la de atraque, lo que significará que solo habrá que extremar todas las precauciones y tener en cuenta la enorme amplitud que tienen las maneras, para así no dejar ningún cabo tenso en el muelle. El barco que se encuentra amarrado al muelle será el que se encargue de dar los esprines y evitar también dar traveses para facilitar tanto la subida como la bajada de la embarcación que se encuentra al lado del muelle, pero intentando que no se rompan los cabos o que el barco pueda quedar colgado. Esto puede darse cuando sube o baja la línea de flotación de este cuando está atracado al muelle, de manera que los cabos queden tirantes y se puedan romper. Cuando se trata de veleros, su arboladura no debe quedar a la misma altura, de manera que no se puedan enganchar en ningún balanceo.

¿Cómo debe hacerse la maniobra?.
Una vez se produce la salida, es importante saber que entre barcos se debe realizar a favor del viento o, por el contrario, de aquella corriente que sea más fuerte o dominante, de manera que los barcos exteriores puedan quedar firmes con los cabos de barlovento, y que el viento no los abra, sino que los atraque. Para realizar cualquiera de estas maniobras, es necesario avisar a la tripulación de los barcos que se encuentran implicados, de manera que todas estas acciones le resulten más fácil a la persona que las realiza. Si todo esto se produce dentro del mar, y el barco al que uno se quiere abarloar está en una boya o fondeado, probablemente se encuentre a proa, lo que querrá decir que se debe acercar a popa. Por el contrario, cuando el barco al que se va a abarloar se encuentra navegando, debemos acercarnos a una velocidad media y aproado al viento. Uno tendrá que mantener cierta velocidad y cierto rumbo mientras se acerca por la popa, para así poder alcanzarlo de igual manera por el costado.

¿Y si el barco se encuentra a la deriva?.
Puede darse el caso, de que el barco se encuentre a la deriva, por lo que todas estas técnicas tendrán que realizarse por barlovento, de forma que se facilite la entrega de cabos y se eviten averías. Esto es debido a que el barco no controla sus movimientos cuando está a la deriva. Otra situación que puede darse y en la que se debe saber reaccionar, es cuando el barco está despidiendo gases nocivos o está incendiado, también se debe acercarse por barlovento. De esta forma, se conseguirá evitar el humo y el gas.
Cuando NO abarloarse
El abarloamiento es una maniobra de amarre que se realiza en los puertos, pero hay situaciones en las que no se debe abarloar. Según Salvamento Marítimo, no se debe abarloar en caso de fuertes vientos, oleajes o corrientes que puedan dificultar la maniobra de amarre. Además, si el puerto está congestionado o no hay espacio suficiente para realizar la maniobra de abarloamiento, es mejor esperar o buscar otro lugar para amarrar el barco.
También es importante tener en cuenta que no se debe abarloar en lugares donde se puedan producir choques con otros barcos, especialmente si se trata de embarcaciones más grandes que pueden dañar el casco del barco. Es recomendable tener una buena comunicación con el personal del puerto y seguir sus indicaciones para evitar accidentes o daños a la embarcación.
Por otro lado, si se trata de una emergencia o situación de peligro, es mejor no abarloarse y buscar un lugar seguro para anclar o fondear el barco. En estos casos, es importante tener siempre a mano los equipos de seguridad necesarios, como chalecos salvavidas y bengalas, y conocer las señales de emergencia para poder pedir ayuda en caso de necesidad.
En conclusión, el abarloamiento es una maniobra importante para amarrar el barco en puerto, pero es importante saber cuándo no hacerla para evitar situaciones de riesgo. Es recomendable seguir las recomendaciones de los expertos en náutica y estar siempre preparados para cualquier eventualidad en el mar.
Problemas al Abarloarse
Uno de los principales problemas al abarloarse es la posibilidad de dañar las embarcaciones involucradas. Si no se realiza correctamente, pueden producirse golpes, raspaduras e incluso roturas en los cascos de los barcos. Esto no solo representa un riesgo para la integridad estructural de las embarcaciones, sino que también puede generar costosos gastos de reparación.
Otro problema que puede surgir al abarloarse es la dificultad para deshacer el amarre. Dependiendo del tipo y tamaño de las embarcaciones involucradas, así como de las condiciones climáticas y del lugar donde se encuentra el barco, desvincularse puede requerir tiempo y esfuerzo considerable.
Además, si no se realiza adecuadamente el abarloamiento, existe el riesgo de que las embarcaciones queden demasiado cerca entre sí. Esto puede dificultar la movilidad dentro y fuera del puerto o muelle, así como aumentar el riesgo de colisiones accidentales entre barcos.
Para evitar estos problemas al abarloarse, es importante contar con personal capacitado y experimentado en estas maniobras. También es fundamental utilizar equipos adecuados y seguir procedimientos establecidos para asegurar un abarloamiento seguro y sin incidentes.
En resumen, aunque el abarloamiento puede ser una operación necesaria en ciertos casos, también conlleva algunos problemas potenciales relacionados con daños a las embarcaciones, dificultades para deshacer el amarre y riesgos de colisión. Es importante tomar las precauciones necesarias y contar con personal competente para realizar esta maniobra de manera segura.